Le comento públicamente a una amiga que estoy mirando un documental sobre los
mitos de la Biblia, exactamente estaba viendo un documental sobre los mitos del
éxodo de los hebreos, e inmediatamente un buen amigo de hace mucho tiempo, me
escribe por privado: “como siempre alimentando tu odio contra la iglesia”, le
contesto con esa capacidad de respuesta rápida que me enseñó mi madre: “como
siempre alimentando mi conocimiento”. Y a partir de entonces se inició un
intercambio de mensajes que fueron subiendo de tono hasta terminar con un
mensaje de puros insultos de parte de mi amigo y su desaparición total.
Sospecho que me canceló por el cibersolar, pero como yo sé que de vez en cuando
lee mi blog, pues le contesto por acá ese último mensaje que el chat no me dejó
enviarle, ahora que es muy usual que se escriban “open letter”.
Mi buen
y querido amigo, tienes razón, enseguida me pongo mi traje blindado de guerrera
y salgo a cercenar criterios, a diferencia de los cristianos de la Edad Media
que cercenaban cabezas de “infieles”, pero lo que no dices es que cerceno
criterios insostenibles sin argumentos inteligentes. No condeno ninguna
creencia o religión, de hecho algunos que han podido conversar de estos temas
conmigo, saben que defiendo vehementemente a los judíos y los musulmanes, sobre
todo cuando enarbolan las ideas de que los judíos son la gran conspiración
detrás del poder para dominar el mundo o que terrorismo = Islam. Quizás no
defiendo con la misma vehemencia a los católicos-cristianos, y será porque
ellos no necesitan defensa porque durante años se han aprovechado de todo el
dinero ajeno que se mal-apropiaron, para promover una campaña condenatoria
contra cualquier religión o creencia que no comulgue con ellos y esa campaña es
tan efectiva, que una inmensa mayoría tiene una opinión distorsionada e irreal
de los judíos, musulmanes, ateos y paganos, para no afirmarte que totalmente
ignorante. Fíjate que hasta logran que ni siquiera las acusaciones de pedofilia
y acoso sexual contra muchos curas pederastas, despeine a la Iglesia Católica
en la fotografía de religión de amor y paz que promueven para captar adeptos, y
logran también, que un acto tan sencillo y habitual como la selección de un
nuevo líder católico mundial, arrastre la atención de millones de espectadores
de diverso credo e ideología, a diferencia de cualquier otra religión o
creencia. Siempre digo que los católicos son el mejor ejemplo de relaciones
públicas en el acuaworld. Un hecho que no sería real actualmente, si durante la
Edad Media hubieran existido las redes sociales y la Internet, seguro que hoy
muchos condenarían a los católicos de la misma manera que condenan a los judíos
cuando Israel mete un ataque armado o a los musulmanes cada vez que hay un acto
terrorista. Nada, que el Vaticano debiera dar conferencias internacionales de
relaciones públicas y mercadotecnia, seguro que ganarían más que pasando el
cepillo en las catedrales.
Te
cuento que me considero bastante tolerante en materias de ideologías y creencias,
pero esa tolerancia se me acaba con fanáticos y proselitistas como tú que ni
siquiera te dan la oportunidad de un debate inteligente, y enseguida que
se les acaban los argumentos, empiezan a recitar versículos y pasajes de la
Biblia como si fueran Los Zapaticos de Rosa; o enarbolan los dogmas de fe, esos
inventos de la iglesia para que no los cuestionen, como si fuera la verdad
verdadera universal, sin detenerse a filosofar alrededor del tema. Pero sobre
todo la tolerancia se me acaba con personas como tú que deciden convertirse un
buen día, en tu caso lo hiciste por amor a tu esposa cristiana, lo entiendo, y
de pronto son más cristianos que Jesús y se sienten en el derecho de condenar a
cualquiera que piense o crea diferente, o que simplemente no encaje en ese
absurdo modelo socio-ideológico que se inventaron un buen día hace un tiempo
atrás, dos o tres curas que se pasaron con la “sangre de Cristo” durante la
misa. Ese modelo socio-ideológico que excluye homosexuales, mujeres que se
hicieron abortos, madres solteras, y una larga lista de “pecadores” que
habitamos esta Torre de Babel que es el acuaworld y que no encajamos en el
sistema de perfección cristiano que intentan los fundamentalistas meternos por
la cabeza. Cristianos como tú que ahora de pronto se convierten por
conveniencia social, algo muy de moda en este país y en este pueblo, donde ser
cristiano o católico es bien visto en los círculos de poder y dinero.
Es una
lástima que hayas desaparecido virtualmente tras nuestro intercambio y es una
lástima también, que tu nueva creencia te lleve a involucionar, por lo menos
antes eras más divertido cuando escribías aquellos poemas ardientes con citas
enredadas de autores desconocidos y malas palabras, discutías de libertades y
perseguías semanas de cine raro como les decías, por toda Labana. Antes eras
más gracioso cuando hacías brujerías con aquel padrino tuyo cerca del parque
Trillo, y podíamos hablar metatrancas filosóficas con dos rones en un toque de
tambor o en las peñas de trovadores underground, y hasta intercambiábamos
detalles calientes de nuestras últimas aventuras sexuales. Antes, cuando el
fanatismo no te cegaba podías hablar coherentemente y con lucidez de cualquier
tema sin sacar la Cruz y reprenderme en nombre de algo o alguien, y no eras un
monotemático aburrido como ahora persiguiendo infieles por el cibersolar como
una Santa Cruzada. Pero en fin, cada cual escoge su camino y solo espero que
logres redimir todos tus pecados hasta el punto que Dios te pueda acoger algún
día en su gloria, porque mientras más años cumplo, más selectiva me pongo con
quienes compartiré mis cervezas y mis carnitas a la parrilla en mi círculo del
Infierno, donde no cabe dudas que entraré por la puerta VIP.
Mientras tanto, sigo aquí, donde
mismo, con mis amigos locos de siempre que por no dejar de creer, creen en
ellos mismos y en el milagro de la vida, y creen hasta en la Virgen del Camino.
Y para despedirme, te dejo la foto de un pedacito de unas de mis nalgas, para
que veas que todo está unido por lo mismo… y no hablo de la creencia y el culo,
porque ahora me doy cuenta, que quizás malinterpretes la foto y pongas la
imagen de la cruz contra mi nalga para seguirme reprendiendo en nombre de algo
o alguien, y no entiendas el significado del símbolo que te enseño. Pero bueno,
ya dije que antes eras más divertido e inteligente, antes de consumir tanto
opio cristiano... digo yo.